Sorprendente relación entre alcohol y memoria

12.07.2020

El consumo de alcohol de bajo a moderado está asociado con una mejor función cognitiva y un declive cognitivo más lento en los adultos de mediana edad y mayores, según sugiere una nueva investigación.

Investigadores del Colegio de Salud Pública de la Universidad de Georgia en Atenas encontraron que consumir entre 10 y 14 bebidas alcohólicas por semana tenía el mayor beneficio cognitivo.

Los hallazgos añaden más peso a la creciente investigación que identifica los efectos cognitivos beneficiosos del consumo moderado de alcohol.

Sin embargo, uno de los investigadores enfatizó que los no bebedores no deberían empezar a beber para proteger la función cerebral, ya que el alcohol puede tener efectos negativos.

En el análisis se utilizaron datos de 1996 a 2008 y se incluyó información de personas que participaron en al menos tres encuestas.

El estudio incluyó 19.887 participantes, con una edad media de 61,8 años. La mayoría (60,1%) eran mujeres y blancos (85,2%). La media de seguimiento fue de 9,1 años.

Basándose en los autoinformes, los investigadores clasificaron a los participantes como no bebedores nunca (41,8%), ex bebedores (39,5%) o bebedores actuales (18,7%).

Para los bebedores actuales, los investigadores determinaron el número de días de bebida por semana y el número de bebidas por día. Además, clasificaron a estos participantes como bebedores de bajos a moderados o bebedores empedernidos.

Los resultados mostraron que el beber moderadamente estaba asociado con los resultados relativamente altos de las pruebas cognitivas.

Las asociaciones del alcohol y las funciones cognitivas difirieron por raza/etnia. El consumo bajo a moderado de alcohol se asoció significativamente con una menor probabilidad de tener una trayectoria constantemente baja para las cuatro medidas de función cognitiva sólo entre los participantes blancos.

Aunque los mecanismos que subyacen a los beneficios cognitivos del consumo de alcohol no están claros, los autores creen que puede ser a través de vías cerebrovasculares y cardiovasculares.