Prevención del ictus: Empecemos desde la infancia

17.08.2022

Aunque los accidentes cerebrovasculares en la infancia y en la edad adulta muy temprana no son probablemente causados por factores de riesgo ateroscleróticos, parece que estos factores de riesgo aumentan a lo largo de la edad adulta temprana y joven y se convierten en factores de riesgo significativos para el accidente cerebrovascular en los 30 y 40 años.


En un nuevo estudio de casos-control de los datos del sistema Kaiser Permanente Northern California, que había estado acumulando datos relevantes durante un período de 14 años, desde el 1 de enero de 2000 hasta el 31 de diciembre de 2014, los investigadores encontraron que tanto los casos como los controles de la infancia tenían una baja prevalencia de diagnósticos documentados de factores de riesgo ateroscleróticos (FRA). La odds ratio (OR) de tener algún FRA en el ictus isquémico arterial fue de 1,87 para las edades de 0 a 9 años, y de 1,00 para las edades de 10 a 19 años.

Sin embargo, los casos aumentaron con la edad.

La OR fue de 2,3 para el rango de edad de 20 a 29 años, de 3,57 para el rango de edad de 30 a 39 años y de 4,91 para el rango de edad de 40 a 49 años.

El análisis también mostró que la OR asociada a los FRA múltiples fue de 5,29 para el rango de edad de 0 a 9 años, de 2,75 para el rango de edad de 10 a 19 años, de 7,33 para el rango de edad de 20 a 29 años, de 9,86 para el rango de edad de 30 a 39 años y de 9,35 para el rango de edad de 40 a 49 años.


Los factores de riesgo múltiples eran poco frecuentes en los niños, pero se hacían más frecuentes con cada década de la vida adulta joven.

Este estudio nos dice que, aunque el ictus en la adolescencia y en los primeros años de la vida adulta puede no estar causado por factores de riesgo ateroscleróticos, empezar a acumular esos factores de riesgo en los primeros años de la vida aumenta claramente el riesgo de ictus en los 30 y 40 años.

La prevención de las enfermedades cardiovasculares comienza en la infancia.


El conocimiento de que los factores de riesgo ateroscleróticos en la infancia pueden provocar una aceleración de la aterosclerosis en etapas posteriores de la vida abre la puerta a la medicina preventiva