La amnesia global transitoria no aumenta el riesgo de ictus isquémico.

04.03.2021

Los datos relativos al riesgo de eventos cerebrovasculares tras la amnesia global transitoria (AGT) siguen siendo controvertidos. Mientras que algunos estudios neurorradiológicos sugieren una etiología cerebrovascular subyacente, los resultados de los estudios clínicos han sido muy contradictorios. En un nuevo estudio, los autores se propusieron evaluar el riesgo de ictus isquémico en una muestra amplia y representativa a nivel nacional de pacientes con AGT.


Utilizaron la Nationwide Readmissions Database 2010-2015 para identificar todas las hospitalizaciones con el diagnóstico primario de alta de TGA. Seleccionaron una muestra aleatoria del 2% de todos los ingresos electivos para incluirlos como controles. Se realizó un análisis de puntuación de propensión para emparejar a los pacientes con TGA y los controles. El resultado primario fue el reingreso por ictus isquémico hasta 1 año después del alta de la hospitalización índice, evaluado mediante el análisis de supervivencia de Kaplan-Meier en los grupos emparejados por propensión.


Hubo 24.803 hospitalizaciones ponderadas debidas a TGA (edad media ± DE: 65,6 ± 10,4 años, mujeres: 54,9%) y 699.644 controles correspondientes. Al inicio del estudio, los pacientes con TGA eran significativamente mayores, tenían más probabilidades de ser hombres y presentaban una mayor prevalencia de hipertensión, hiperlipidemia, enfermedad arterial coronaria, enfermedad cerebrovascular y migraña, en comparación con los controles. Sin embargo, tras el emparejamiento por puntuación de propensión, obtuvieron 21.202 casos y 21.293 controles correspondientes bien emparejados, y el riesgo de reingreso por ictus isquémico en los pacientes con TGA no fue diferente en comparación con el grupo de control (HR: 1,13; IC del 95%: 0,62-2,05; P 0,686) durante el período de seguimiento medio (SD) de 192,2 (102,4) días.


Tras ajustar por los datos demográficos y los factores de riesgo cerebrovascular, la AGT no se asocia a un mayor riesgo de ictus isquémico posterior.