Esclerosis Múltiple y cefalea

11.09.2022

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria crónica que provoca desmielinización neuronal multifocal y daño axonal en el sistema nervioso central (SNC). 

Los síntomas de la EM son muy variados, pero normalmente no incluyen cefaleas. Se ha informado de un amplio espectro de manifestaciones de cefaleas como comorbilidades en la EM y que dan lugar a una discapacidad adicional. 

La migraña, la cefalea tensional y la cefalea en racimos son los síndromes de cefalea primarios más frecuentes en los pacientes con EM (pwMS). 

En esta población en particular deben excluirse las causas secundarias de cefalea (trombosis venosa cerebral, infección del SNC o sistémica, traumatismo cervical y/o craneal, cefaleas asociadas a trastornos psiquiátricos, cefalea por sobreuso de medicamentos, etc.). 

Para descartar síndromes de cefalea secundarios, puede ser necesario realizar una historia clínica cuidadosa y exámenes generales y neurológicos y, en ocasiones, investigaciones adicionales. En las personas con EM, la cefalea podría ser un efecto adverso de los tratamientos modificadores de la enfermedad o una complicación del uso excesivo de analgésicos prescritos para aliviar otras causas de dolor relacionadas con la EM (dolor neuropático, dolor mecánico, dolor asociado a la espasticidad, etc.). La cefalea migrañosa es más frecuente en los pacientes con EM que en la población general. Puede preceder a la aparición de la enfermedad, estar asociada a las recaídas o aparecer durante el curso de la EM. 

Se ha descrito un predominio de las lesiones inflamatorias del tronco cerebral en las imágenes de resonancia magnética (IRM) de los pacientes con EM que padecen migraña. La relación entre ambas afecciones sigue sin estar clara. La migraña y la EM se dan en los mismos grupos demográficos con factores de fondo similares, como el sexo, el estado hormonal y las características psicológicas (ansiedad, depresión, estrés). 

Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado de la migraña en los pacientes con EM son importantes para mejorar su calidad de vida. 


Fuente: DOI:10.1016/j.msard.2022.104152