Ejercicio físico contra el Parkinson
Un nuevo estudio demuestra que el ejercicio intensivo podría desacelerar la progresión de la enfermedad de Parkinson al influir en la plasticidad cerebral. La investigación descubre un nuevo mecanismo subyacente a los efectos positivos del ejercicio, señalando su conexión con las mejoras en el control motor.
Realizado en colaboración con múltiples institutos de investigación, este estudio puede abrir vías para enfoques de tratamiento no farmacológicos. La investigación también destaca el papel crucial del Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (BDNF), un factor de crecimiento cuya producción aumenta con la actividad física intensa.
El estudio elucida un mecanismo previamente no observado por el que el ejercicio, cuando se inicia en etapas tempranas de la enfermedad de Parkinson, induce efectos beneficiosos duraderos sobre el control motor, incluso después de interrumpir el entrenamiento.
Se descubrió que la actividad física intensa reduce la propagación de agregados patológicos de alfa-sinucleína, un contribuyente clave a la disfunción neuronal observada en la enfermedad de Parkinson.
El ejercicio intensivo conduce a un aumento de los niveles de BDNF, que a su vez interactúa con el receptor NMDA, permitiendo una respuesta neuronal eficiente a los estímulos.
Source: Neuroscience