Edulcorantes artificiales asociados a enfermedad vascular
La preocupación por el consumo de edulcorantes artificiales podría verse reforzada con la publicación de un nuevo estudio (BMJ 2022. 2022;378:e071204) que relaciona su ingesta con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
En este último estudio prospectivo a gran escala de adultos franceses, la ingesta total de edulcorantes artificiales de todas las fuentes se asoció a un mayor riesgo general de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular.
El estudio actual difiere de los realizados anteriormente en que incluye la ingesta de edulcorantes artificiales procedentes tanto de los alimentos como de las bebidas, mientras que los estudios anteriores se habían centrado principalmente en el contenido de edulcorantes artificiales de las bebidas únicamente.
Algo más de la mitad de la ingesta de edulcorantes artificiales en el estudio procedía de las bebidas, y el resto de los edulcorantes de mesa y los alimentos.
En el estudio participaron 103.388 adultos franceses de la cohorte NutriNet-Sante, de los cuales el 37,1% declaró haber consumido edulcorantes artificiales. Los edulcorantes evaluados fueron principalmente el aspartamo (58% de la ingesta de edulcorantes), el acesulfamo de potasio (29%) y la sucralosa (10%), mientras que el 3% restante estaba compuesto por otros edulcorantes, como los ciclamatos y la sacarina.
Los resultados mostraron que, a lo largo de una media de 9 años de seguimiento, la ingesta de edulcorantes artificiales se asoció a un aumento del 9% del riesgo de sufrir eventos cardiovasculares o cerebrovasculares, incluidos el infarto de miocardio, el síndrome coronario agudo, la angioplastia, la angina de pecho, el ictus o el accidente isquémico transitorio, con un cociente de riesgos de 1,09 (IC del 95%, 1,01 a 1,18; p = 0,03).
La ingesta media de edulcorantes artificiales entre los que declararon consumirlos fue de 42,46 mg/día, lo que corresponde aproximadamente a un paquete individual de edulcorante de mesa o 100 mL de refresco dietético "zero"
Cada vez hay más pruebas que relacionan los edulcorantes artificiales con el aumento de peso y las enfermedades cardíacas. Todos debemos intentar limitar el consumo de azúcar, pero no debemos considerar los edulcorantes artificiales como alternativas seguras. Más bien, tenemos que intentar reducir nuestra necesidad de sabor azucarado en la dieta.