Deterioro cognitivo en la enfermedad de Parkinson

En un nuevo artículo ( Murueta-Goyena, A., Del Pino, R., Galdós, et al. (2020), el grosor de la retina predice el riesgo de deterioro cognitivo en la enfermedad de Parkinson. Ann Neurol doi:10.1002/ana.25944) los investigadores analizaron los cambios longitudinales del grosor de la retina y su valor predictivo como biomarcadores de la progresión de la enfermedad en la enfermedad de Parkinson idiopática (iPD).

El espesor del complejo de la capa plexiforme del ganglio macular interno (GCIPL) en la región parafoveal (anillo de 1 a 3 mm) presentó la mayor tasa de reducción. La tasa de atrofia anualizada fue de 0,63 μm en los pacientes con iPD y de 0,23 μm en los controles (p<0,0001). Los pacientes con iPD con un GCIPL parafoveal inferior y un espesor de la capa de fibras nerviosas de la retina peripapilar (pRNFL) en la línea de base presentaron un mayor riesgo de deterioro cognitivo a los 3 años (RR 3,49, IC del 95%: 1,10 - 11,1, p=0,03 y RR 3,28, IC del 95%: 1,03 - 10,45, p=0,045, respectivamente). No identificaron asociaciones significativas entre el grosor de la retina y el deterioro motor.

Estos resultados proporcionan evidencia del uso potencial del grosor parafoveal medido con TCO para monitorizar la neurodegeneración y para predecir el riesgo de empeoramiento cognitivo con el tiempo en la iPD.