Consejos para mejorar tu Sistema Nervioso en Verano!
El verano es una oportunidad increíble para optimizar su salud y bienestar.
Te proponemos 3 pasos fáciles que puedes implementar para nutrir tu salud neurológica y general esta temporada de verano.
1. 1. Regale a su cerebro un poco de aire fresco
Si este año pasaste más tiempo en el interior de tu casa de lo habitual, tómate un tiempo para disfrutar del aire libre esta temporada de verano. Se ha demostrado que pasar regularmente tiempo en la naturaleza reduce el estrés y mejora el bienestar físico.
En lo que respecta a la salud neurológica, el cerebro es especialmente sensible a la disminución de los niveles de oxígeno y al aire viciado de los espacios del hogar y la oficina.
Si puedes, intenta incorporar a tu agenda paseos diarios al aire libre; puedes hacerlo solo o con un amigo o familiar.
Recuerda que los beneficios son infinitos. Aquellos que pasan más tiempo al aire libre, también disfrutan de frecuencias cardíacas base más bajas, presión arterial más baja, niveles reducidos de la hormona del estrés (cortisol) y un sistema nervioso más tranquilo.
2. Aprovecha la vitamina D natural
Se ha demostrado que la vitamina D tiene un profundo impacto en el cuerpo humano... ¡y por una buena razón!
La vitamina D funciona como una hormona que afecta a todos los aspectos de nuestro cuerpo, desde la función celular hasta la química del cerebro y la inmunidad.
Se ha demostrado que unos niveles saludables de vitamina D disminuyen el riesgo y los síntomas de enfermedades como la osteoporosis, la esclerosis múltiple, las infecciones víricas, la demencia, las enfermedades cardíacas y el cáncer.
Durante el verano (especialmente aquí en el Mediterráneo), tenemos el beneficio adicional de minutos extra de luz solar. Esto puede ser una gran manera de aprovechar los rayos del sol y disfrutar de los beneficios de la vitamina D natural.
Cuando absorbes los rayos del sol, tu cuerpo reacciona a los rayos ultravioleta en tu piel, produciendo la vitamina D. Esta reacción también está directamente relacionada con la regulación de las sustancias químicas del cerebro como la serotonina y la dopamina, ¡por lo que un día al sol siempre sienta bien!
Una exposición al sol saludable significa hacerlo con moderación. Unos 15 minutos, tres veces a la semana durante las horas no pico (evitar del mediodía a las 3 de la tarde), es una forma cómoda de obtener una dosis saludable de vitamina D. Cualquier cosa más que eso requeriría protección solar para evitar quemaduras y otros problemas de la piel.
3. Hidrátate bien y a menudo
Pasar tiempo al aire libre en verano tiene importantes beneficios.
Sin embargo, también es una época en la que muchos pacientes informan de una mayor incidencia de "dolores de cabeza por enfermedad" y migrañas. Gran parte de esto se debe al aumento de las temperaturas que provoca la expansión de los vasos sanguíneos y la deshidratación.
Mantener unos niveles de hidratación saludables es clave durante el verano, especialmente si se quiere prevenir estas "migrañas de verano" y el dolor articular.
Una forma fácil de recordar que hay que mantenerse hidratado es llevar una botella de agua siempre que salgas de casa. Acuérdate de beber un vaso de agua cada hora y añade limón o miel si necesitas una motivación extra. En general, la deshidratación puede suponer un estrés importante para el cerebro y el cuerpo. Sus efectos se han relacionado con una disminución de la función cognitiva, calambres musculares, debilidad, mareos, somnolencia, disminución de la cantidad de orina, vómitos y mucho más.
Fuente: Joseph Kandel M. D.&Associates