Consejos de invierno para enfermedades neurológicas

09.10.2022

En los meses de invierno, todo el mundo es vulnerable al frío.

Algunas personas con afecciones neurológicas pueden tener problemas adicionales relacionados con el frío, como un mayor dolor nervioso cuando baja la temperatura.

Dolor de nervios

Si tiene una enfermedad que implica dolor nervioso, como dolor de espalda, neuralgia del trigémino o una malformación de Chiari, descubrirá que la temperatura tiene un efecto sobre sus síntomas. Esto tiene que ver con el sistema nervioso y cómo reacciona a los cambios de temperatura. Si la temperatura es demasiado elevada, puede sentirse cansado y aletargado, y si es demasiado fría, puede aumentar el dolor que siente.

Rigidez muscular

El frío puede provocar rigidez y espasmos musculares si tienes esclerosis múltiple o sufres espasticidad. Si esto te afecta, es mejor que evites estar mucho tiempo en el frío.

Pérdida de sensibilidad

Algunas personas no son capaces de diferenciar entre el frío y el calor. Si tienes este problema, ten mucho cuidado de no exponerte a temperaturas frías, o de acercarte demasiado al fuego o a los radiadores si no puedes sentir el calor.

Enfermedades relacionadas con el frío

A las personas con ciertas enfermedades neurológicas crónicas, como la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple, se les ofrece una vacuna antigripal para protegerlas de la gripe estacional. Esto se debe a que pueden ser más susceptibles de contraer la gripe, y pueden tener un mayor riesgo de complicaciones si la contraen.

Condiciones de hielo

Los caminos y aceras resbaladizos pueden ser inseguros para cualquier persona, pero debes tener más cuidado si tienes problemas de movilidad o sufres mareos o problemas de equilibrio.

Aquí tienes algunos consejos para afrontar el frío:

Abríguese bien.

Las capas adicionales, como la ropa interior térmica, pueden ayudar a mantener el calor. Cuando salgas, mantén las manos y los pies calientes con calcetines y guantes, y lleva un abrigo de invierno, un gorro y una bufanda.

Si tienes dolores nerviosos en una parte concreta del cuerpo, asegúrate de que esa parte está especialmente bien protegida cuando salgas. Por ejemplo, mantén la cara caliente con una bufanda o un pasamontañas si te duele la cara.

Las bolsas de agua caliente y las almohadillas térmicas portátiles pueden ser útiles para dar más calor, y si vas a salir de viaje, lleva un termo de bebida caliente.

Calienta tu casa

La temperatura ideal para la sala de estar principal es de entre 18 y 21 ºC, y deberías intentar mantener la temperatura por encima de los 18 ºC en tu dormitorio por la noche.

Aísle su casa

Mantenga las puertas y ventanas cerradas y cierre las cortinas para mantener el calor.

Asegúrate de que comes y bebes adecuadamente, ya que esto mantendrá tus niveles de energía altos y ayudará a tu cuerpo a hacer frente a las temperaturas más frías. Coma comidas calientes y mucha fruta y verdura.

Si puede, manténgase activo: moverse mejorará su circulación, generará calor y le hará sentirse mejor.

Fuente: The Brain & Spine Foundation