Análisis de sangre mediante pinchazo en el dedo para detectar la enfermedad de Alzheimer
Alrededor de 6 millones de personas padecen actualmente la enfermedad de Alzheimer en Estados Unidos. Para 2050, se prevé que esta cifra aumente a casi 13 millones.
Aunque actualmente no existe cura para el Alzheimer, los estudios demuestran que el diagnóstico y la intervención tempranos son cruciales para retrasar su aparición.
Los métodos de diagnóstico actuales incluyen la resonancia magnética (RM), pruebas cognitivas y exámenes físicos. Sin embargo, su accesibilidad es limitada, ya que requieren acudir a una clínica con personal formado y complejos procedimientos de entrega y almacenamiento de muestras.
La precisión de estas pruebas también varía. Según un estudio, alrededor del 25% de los pacientes diagnosticados clínicamente de Alzheimer en vida no presentaban signos de Alzheimer en la autopsia.
Las investigaciones también muestran que hasta el 50% de los pacientes con algún tipo de demencia no son diagnosticados formalmente en vida.
Mejorar la precisión y la disponibilidad de las pruebas de Alzheimer podría ayudar a los médicos a diagnosticar antes la enfermedad y prescribir intervenciones para retrasar potencialmente su progresión.
Recientemente, unos investigadores diseñaron un método para analizar las pruebas de pinchazo en el dedo para detectar el Alzheimer que pueden realizarse en casa sin necesidad de la supervisión de un médico.
Según otro estudio, los análisis de sangre pueden ofrecer una precisión superior al 85% en la detección del Alzheimer, mientras que los exámenes físicos estándar ofrecen diagnósticos precisos en torno al 55% de las ocasiones.
Los resultados se presentaron en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer, celebrada en Ámsterdam (Países Bajos), y en Internet.
Para el estudio, los investigadores incluyeron a 77 pacientes de clínicas de memoria de Barcelona (España). Todos los participantes proporcionaron muestras de sangre venosa y de punción digital, así como medidas neuropsicológicas.
Las muestras de sangre se puntearon y secaron en tarjetas de "mancha de sangre seca" (DBS) o se conservaron mediante un anticoagulante llamado ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) para enviarlas de un día para otro a la Universidad de Gotemburgo (Suecia).
Mientras que las muestras de sangre con EDTA deben refrigerarse, las tarjetas DBS sólo necesitan protegerse de la humedad, lo que facilita su transporte. Las muestras de EDTA también requieren centrifugación -la separación mecánica de los fluidos según su densidad- antes de poder ser examinadas, mientras que las de DBS no requieren este paso.
Una vez en Suecia, los investigadores analizaron las muestras de sangre en busca de biomarcadores relacionados con el Alzheimer, como la neurofilamento ligero (NfL), la proteína ácida fibrilar glial (GFAP) y la tau fosforilada.
Observaron que los biomarcadores del Alzheimer estaban presentes en todas las muestras de sangre.
Esto significa que los biomarcadores del Alzheimer pueden cuantificarse mediante punción digital y que la ECP podría ayudar a realizar un seguimiento regular de los pacientes con sospecha de afecciones neurológicas.