Actividad física y mental junto a dieta saludable de alimentos no procesados: tratamiento de la Demencia

14.09.2022

Las características del estilo de vida son factores de riesgo potencialmente modificables para la demencia.

Dos equipos (Neurology 2022 Jul 27; 99:e799 y Neurology 2022 Jul 27; 99:e1056) analizaron prospectivamente los datos del estudio del Biobanco del Reino Unido para determinar el riesgo de demencia asociado a los patrones de actividad física y mental (AF/AM) y al consumo de alimentos ultraprocesados (UPF).

En ambos estudios, todos los participantes estaban libres de demencia al inicio del estudio.

La actividad física y mental se determinó mediante los datos del cuestionario, y el consumo de UPF se determinó mediante los datos de al menos dos evaluaciones dietéticas de 24 horas. Las covariables incluyeron datos demográficos, factores socioeconómicos, estado de alcohol/tabaco, índice de masa corporal, privación basada en el área, comorbilidades médicas y función cognitiva, con la adición de la duración del sueño, la ingesta total de energía y la puntuación de la dieta saludable en el estudio UPF. La susceptibilidad genética se determinó mediante los factores de riesgo genéticos establecidos y los antecedentes familiares de demencia autodeclarados en el estudio AF/MA. La demencia por todas las causas, incluyendo la enfermedad de Alzheimer (EA) y la demencia vascular (DV), se basó en los códigos de diagnóstico de los registros hospitalarios y de mortalidad.

En el estudio AF/MA, entre 501.376 participantes al inicio (edad media, 56 años; 46% hombres) seguidos durante una media de 11 años, 5185 desarrollaron demencia, incluyendo 1561 con EA y 803 con DVa. La práctica frecuente de ejercicio vigoroso y de otro tipo, la actividad relacionada con las tareas domésticas y una mayor adherencia a las visitas de amigos y familiares condujeron a un riesgo de demencia entre un 15% y un 35% menor. Los resultados fueron similares para la EA y la DVa y para el alto y bajo riesgo genético de demencia.

En el estudio de la UPF, entre 72.083 participantes al inicio del estudio (edad media, 62 años; 47% hombres) seguidos durante una media de 10 años, 518 desarrollaron demencia, incluyendo 287 con EA y 119 con DVa. El cuartil más alto de consumo de UPF se asoció con un riesgo aproximadamente un 50% mayor de demencia y un riesgo dos veces mayor de DVa que el cuartil más bajo en modelos totalmente ajustados. Un aumento del 10% en el porcentaje de UPF en la dieta se asoció con un 25% más de riesgo de demencia y DVa; también hubo un 14% más de riesgo de EA, que tuvo una significación límite. La sustitución del 10% de los UPF en la dieta por una proporción equivalente de alimentos no procesados o mínimamente procesados se asoció con un 19% menos de riesgo de demencia.